martes, 28 de mayo de 2013

Un bostezo que derivó en un inexorable empate

Estudiantes igualó 0-0 con Argentinos en un partido espantoso. Casi no hubo llegadas de gol y el juego quedó en el olvido. El Bicho sigue a tres de Independiente. El Pincha, al menos no perdió. Fue expulsado la Gata Fernández. El podio y la palabra de Pellegrino.

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El Pincha tuvo un flojo rendimiento y no pudo vulnerar a un débil rival (Foto: Eva Cabrera)
 
Por Santiago Rivas Murphy
@sanrivasmurphy

Del tedio y el aburrimiento pocas cosas buena surgen. El empate en cero es el resultado más lógico que entregó el cruce entre Estudiantes y Argentinos. El Pincha no pudo con sus propias falencias creativas para doblegar un equipo que vino decidido a llevarse algo, sin importar los modos o los estilos.

Es por eso que la igualdad le sirve más al equipo de Ricardo Caruso Lombardi que gracias a este punto mantiene la diferencia de tres sobre Independiente en la lucha por mantener la categoría. Para los de Mauricio Pellegrino, queda el consuelo de no perder y seguir sumando pese a que esta unidad no cambia demasiado la ecuación.

El primer tiempo transitó por la mediocridad casi absoluta. Entre la incapacidad de Estudiantes de abrir espacios y la conformidad de Argentinos, el partido se hizo un tedio difícil de soportar. Escasearon las situaciones de peligro y por eso el bostezo fue lo más recurrente de los primeros 45 minutos.

El Pincha monopolizó la tenencia del balón pero eso no le garantizó ser más peligroso que su rival. El circuito de juego diseñado para lastimar el arco contrario no funcionó o apareció con demasiadas intermitencias. Román Martínez se asoció poco con Benítez y Núñez, lo que propició el aislamiento de Duván Zapata. Tampoco anduvieron bien los externos en especial Carlos Auzqui, impreciso y sin chispa.

Un par de centros pasados o inconexos fueron las jugadas más peligrosas sobre los primeros diez minutos. A los 7 fue un envío de Jonatan Silva y a los 8 uno de Angeleri que ninguno pudo encontrar a Zapata.

La más clara llegó recién a los 25 minutos, cuando una buena triangulación en ofensiva terminó con un remate frontal de Román Martínez que exigió a Nereo Fernández para mandar al córner.
La visita, en su afán por no arriesgar o hacerlo poco, avisó con un disparo de Hernández que se fue cerca del palo derecho ante el atento control de Gerónimo Rulli.

En lo cualitativo, Estudiantes no tuvo la explosión suficiente para romper el cerrojo defensivo que propuso el cuadro de La Paternal. Tuvo paciencia, un elemento fundamental para no quedar expuesto al contra golpe. Pero esa tranquilidad por momentos se tornó en parsimonia, diluyéndose en tres cuartos de cancha.

La tendencia hacia el tedio. El segundo tiempo fue peor que el primero y eso ya es decir mucho. A diferencia de la primera mitad, se prestaron la pelota y esa dinámica fue desfavorable para el espectáculo.

Las situaciones de riesgo brillaron por su ausencia y el partido se planteó en menos de 25 metros. Allí esperó Argentinos con no menos de nueves futbolistas y Estudiantes se ahogó sin ideas para romper ese cerco.

Los ingresos de Joaquín Correa por Carlos Auzqui y de Gastón Fernández por Leandro Benítez no cambiaron lo que se había planteado desde el comienzo. Solamente la frescura del tucumano aportó algo, escasa claridad, pero siempre terminó en los pies o la cabeza de los centrales visitantes.

Una volea fallida de Román Martínez a los 34 segundos y un disparo débil de Duván Zapata sobre los 34 minutos que retuvo fácil Nereo Fernández cuentan como las únicas situaciones del local en el complemento.

La más clara fue para la visita y se dio casi de casualidad. A los 38 minutos, una mala salida del fondo del Pincha le cayó en gracia a Juan Arangonó. El colombiano se acomodó y definió fuerte pero al cuerpo de Gerónimo Rulli que respondió muy bien para evitar la caída de su arco.

Sobre el final, un cabezazo de Duván Zapata encontró bien parado a Nereo que retuvo sin problemas. Y para la anécdota quedará la expulsión de Gastón Fernández que en pocos minutos vio dos amarillas y se fue con la roja.

Así, con apatía, se extinguió un partido que pasará rápido al olvido. A Argentinos le sirvió el punto para mantener la distancia de tres puntos sobre Independiente. A Estudiantes no le queda más que conformarse con no haber perdido ya que exhibió un fútbol pobre y ante un rival de mayor fuste hubiera perdido. 
 
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