martes, 27 de agosto de 2013

El goleador del pueblo

Compartimos la tarde en Magdalena con Guido Carrillo, el joven delantero de Estudiantes que el domingo fue el héroe de la noche en la victoria 2-0 contra Boca. “Fue un partido inolvidable, en lo personal el más importante de mi carrera”, reconoció. Habló de sus dos goles, cómo había estudiado a Orión, las chances del equipo en el torneo y cómo se siente ahora que es el 9 titular

GUIDO CARRILLO EN EL INGRESO A MAGDALENA, SU CIUDAD, DONDE ES QUERIDO Y RECONOCIDO. MUCHO MAS DESPUES DE SUS DOS GOLES A BOCA
GUIDO CARRILLO EN EL INGRESO A MAGDALENA, SU CIUDAD, 
DONDE ES QUERIDO Y RECONOCIDO. 
MUCHO MAS DESPUES DE SUS DOS GOLES A BOCA

Entrevista Por Martín Cabrera
Por suerte para él, que esquiva los flashes y el glamour de la fama, a las cuatro de la tarde no hay mucha gente en las calles de Magdalena. Es lunes y hace mucho frío. Además, detalle clave para entendidos, es la hora de la siesta. En la casa de los Carrillo no hay ruidos. Suena el timbre y, a lo lejos, se escuchan pasos. Abre Guido, el héroe de la victoria de Estudiantes del domingo, el autor de los dos goles, el hombre que, confiesa, tuvo mejor noche deportiva de su vida.
Guido Carrillo luce un jean azul, zapatillas rojas y una remera de manga larga. Sonríe y saluda con un beso. Invita a pasar a su casa para tomar algo. La reunión dura poco, porque al rato lo esperan las fotos y la recorrida por esta ciudad de sólo 15 mil habitantes. Por eso, se pone un montgomery verde y una kufiyya en el cuello para protegerse del frío. Y sale.
“Fue un partido espectacular, de esos que te quedan marcados”, reconoce con su timidez habitual y sigue: “Volví a casa, eufórico y me costó dormir. En realidad siempre me cuesta después de un partido, pero mucho más el domingo. No quise mirar los goles, puse una película para relajarme”.
El Gordo, como lo conocen en el plantel, se refugió en su ciudad para evitar la exposición. Allí, aunque es ciudadano ilustre (en popularidad está a la par de Carlos Saravia, un empleado municipal que en 2009 acertó el Quini 6 y ganó 24 millones de pesos), nadie lo molesta. “Estoy esperando a mis amigos para tomar unos mates. Ayer, varios de ellos estuvieron en la cancha y los vi gritar el gol con todas sus ganas. Y eso que muchos de ellos son hinchas de Boca”.
“En la platea, además, estaban mi viejo, mis tíos, un primo y mi hermano. Me habían mandado un mensaje de texto, antes del partido, avisándome que iban a estar allá, y que fuera a festejar el gol con ellos. ¿Podés creer que en el primero me olvidé y salí para el otro lado?”, reconoce el delantero que a los 9 minutos clavó un golazo desde afuera del área y a los 45 cerró el partido con un penal.
Entonces hace una pausa, y mientras le gritan “Aguante Guido” desde la vereda de enfrente, cuenta una anécdota de la jugada del penal: “Presentí que iba a ver un penal, entonces estudié a Orión. Vi unos videos de penales que atajó y en el torneo pasado se tiró seis veces para la izquierda. Por eso le apunté a la derecha y que sea lo que Dios quiera”.
-¿Eras vos el encargado de patear el penal?
-No, porque Mauricio (Pellegrino) siempre nos deja la posibilidad de elegir.
-Y no te la sacó nadie...
-Me tenía mucha fe.
-¿Y si hubiese estado la Bruja, se lo pedías?
-Y... era difícil (se ríe). Creo que sí, le hubiese dicho algo porque me tenía una confianza bárbara.
Además del gol de penal, Carrillo tuvo un gesto técnico determinante. Un mal despeje de Cata Díaz le dejó la pelota en sus pies y el delantero de 22 años no lo dudó: le pegó de media vuelta al palo izquierdo de Orión para poner el 1-0.
-¿Fue el gol más importante de tu carrera?
-Sin dudas, por la magnitud del rival y por cómo se dio todo. Fue el más importante aunque hice otros muy lindos, como el de chilena a Lanús la semana pasada.
-¿Qué virtudes tuvo Estudiantes para ganar el partido?
-Es difícil, porque arrancamos el partido con muchas garra metiendo en todos los sectores del campo. Pero al mismo tiempo tuvimos destellos de buen fútbol. Fue un partido completito.
-Y encima lo hicieron sin la presencia de Verón...
-No hace falta que explique lo importante que es Sebastián para nosotros. Lo bueno es que hay un equipo que está muy unido y puede jugar de la misma manera cuando él no está.
-¿Tiene un valor agregado en el festejo que hayan jugado tantos chicos del club?
-Influye, claro. Además el Tucu (Correa), Carlitos (Auzqui), Jony (Silva) y Gero (Rulli) tuvieron todos muy buen partido.
-¿Para que está Estudiantes?
-Para descansar y pensar en Newell’s.
de magdalena a la plata, sin escalas
Guido Carrillo nació un día patrio: 25 de mayo de 1991, en La Plata. Pero de inmediato se radicó con su familia en Magdalena, de donde son sus abuelos y donde antes había vivido su papá.
Marcelo Carrillo, es futbolero de ley. Jugó en Unión y Fuerza (toda la familia es fana de este club) de su ciudad y llegó hasta Independiente. Fue él quien les inculcó a sus dos hijos varones (el otro se llama Manuel, de 28 años) la pasión por el fútbol.
“Mi viejo hizo un contacto para que vaya a probarme a Estudiantes, en infantiles”, lleva el tiempo paras atrás y sigue: “Al principio viajaba dos veces por semana. Pero cuando empecé en Novena tuve que viajar más seguido”.
Esos primeros años no fueron fáciles para el delantero, que había tenido sus primeras armas en el CRIM de su ciudad. “Viví un tiempo con mi hermana Sol (26 años) que está en La Plata estudiando Derecho”.
Aquella categoría 1991 tuvo varios juveniles que fueron tocando la Primera. Además de Carrillo, llegaron Michael Hoyos, Leonardo Jara, Carlos Auzqui y Dylan Gissi, entre otros.
“Fuimos campeones de un torneo Latinoamericano Séptima. Por suerte fue una buena camada”, cuenta el Gordo mientras el auto se detiene en la plaza principal de su ciudad y un grupo de hinchas se acerca para saludarlo y felicitarlo por sus goles a Boca.
-¿Tuviste otros dobletes en tu carrera?
-Sí, en Inferiores varios. Pero recuerdo uno en Octava, a Gimnasia. Perdíamos 2-0 y en el segundo tiempo metí dos. Fue en el Country, no me olvido más.
Entre partido y partido se multiplicaron sus viajes de Magdalena a City Bell. Pero aún así nunca se olvidó de sus orígenes. “Cada vez que tengo un día libre me vengo para acá. Descanso y me desconecto de todo. Es más, mi teléfono sigue teniendo 02223 de característica”.
En esa ciudad hizo sus estudios primarios y también los secundarios, en el Instituto Sagrada Familia. “Cursé todos los años menos tercero, que lo rendí libre porque me resultaba imposible ir a clase”, tira.
Luego de recibirse le llegó el turno de debutar en Primera. Fue en la 17ma fecha del Clausura 2011. El DT era Luis Suárez, luego de la salida de Eduardo Berizzo. Fue un 0-0 contra Argentinos en La Paternal. Y contra el Bicho, al torneo siguiente, le marcó su primer gol. Fue en aquel infartante 4-3 sobre el final, con Miguel Russo de técnico.
-¿Con cuál delantero que haya jugado en Estudiantes te identificas?
-No sé si me identifico, pero me gustaba mucho Mariano Pavone. También el Tecla Farías, que me recuerda a mis primeros años yendo a la cancha.
-¿Y a nivel internacional?
-Uno de los mejores actualmente es Ibrahimovic. También me gusta mucho el uruguayo Cavani. Pero el mejor, el que más placer me dio verlo jugar fue Ronaldo, el Gordo. Un crack.
-¿Te ves jugando en Europa?
-No sé, primero quiero triunfar en Estudiantes.
10
Carrillo tiene 10 goles, 9 por torneos locales y uno por Copa Argentina. Sólo 23 veces fue titular
  
El equipo de su ciudad 
Una de las primeras cosas que aclaró Guido cuando tuvo contacto con este medio es su amor por Unión y Fuerza de Magdalena, donde su hermano es el delantero y capitán. También le dedicó algunos elogios al intendente Fernando Carballo, a quien definió como “una persona que le hizo muy bien a la ciudad”. 

“Estos goles fueron un desahogo personal”  

Carrillo disfruta su momento y habla del desafío de reemplazar al colombiano Zapata 

EN LAS TRIBUNAS DE CRIM, DONDE CARRILLO HIZO SUS PRIMEROS GOLES
EN LAS TRIBUNAS DE CRIM, 
DONDE CARRILLO HIZO SUS PRIMEROS GOLES 
 
Primero estuvo a la sombra de Mauro Boselli. Y luego, cuando parecía que iba a tener su chance con la llegada de Diego Cagna, explotó Duván Zapata. Por eso otra vez Guido Carrillo tuvo que volver a esperar su momento, que no desaprovechó para nada ahora que le llegó la hora tras la venta del colombiano a Napoli. Tres goles en dos partidos para ratificar los elogios que cosechó en Inferiores.
-¿Te sacaste una mochila con los dos goles?
-No sé si una mochila, pero sí fue un desahogo. Obvio que uno siempre quiere jugar. Me tocó esperar, pero siempre lo manejé con mucha tranquilidad. Sabía que alguna vez me iba a llegar la oportunidad. Lo de la mochila fue algo que se habló más afuera que adentro. Nunca lo sentí así.
-¿Nunca se te cruzó por la cabeza irte de Estudiantes si no vendían a Zapata o si la dirigencia decidía traer a Silva?
-No, la verdad que no. Si se llegaba a quedar Duván tal vez lo hubiese analizado, pero yo tengo bien en claro que quiero jugar en Estudiantes. Quiero triunfar en este club.
-¿ Y cuando la dirigencia insistía con traer a Santiago Silva?
-La verdad es que jamás me lo puse a pensar. Al principio miraba y escuchaba todo. Ahora trato de no darle bolilla a los comentarios.
-En algún momento se mencionó que había llegado una oferta del fútbol de Estados Unidos. ¿La analizaste de verdad?
-Me enteré por los medios, pero mi representante (Marcelo Simonian) no me dijo nada porque sabe cuál es mi deseo. Tal vez de haber sido algo muy importante me lo hubieran dicho. Pero repito, quiero triunfar en este club donde estoy desde hace tanto tiempo.
-Tanto Pellegrino como Desábato remarcaron en la conferencia de prensa que estaban contentos de qué vos hayas convertido los goles. ¿Te sentís muy apoyado por el plantel?
-La verdad que es un grupo muy unido. Todos nos apoyamos en el otro. Eso quedó demostrado en el partido contra Boca. Para mí es una alegría enorme que el técnico y el capitán me hayan reconocido.
-¿Es más lindo llevar la camiseta número 9?
-Sí, es hermoso. El otro día recordaba la responsabilidad que es llevar esa camiseta, porque en este club jugaron muchos goleadores reconocidos. Es especial, aunque con tal de hacer goles no hay drama qué camiseta llevo.
-¿Preferís jugar con el 4-2-3-1 o el 4-4-2?
-Me da lo mismo. Me acomodo a lo que me pida el técnico. Puedo jugar con un compañero por afuera, pero también me siento cómodo con otro retrasado. En definitiva, en los 90 minutos jugamos de muchas formas. 
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