Con dos goles de Guido Carrillo le ganó a Boca y lo hizo con justicia
GUIDO CARRILLO INICIA EL FESTEJO.
EL PINCHA LOGRO UN TRIUNFO CLARO FRENTE A BOCA
EN EL ESTADIO CIUDAD DE LA PLATA
Video del primer gol de Carrillo
Video del segundo gol de Carrillo
COMENTARIO Por ANIBAL GUIDI
Lo
preparó en el primer tiempo y luego, en el complemento, cosechó todo lo
bueno que había sembrado. Este Estudiantes que, en la “noche de Guido
Carrillo” (marcó los dos tantos, el segundo de penal), le ganó (2-0) con
total justicia a un inconexo Boca Juniors, fue una versión corregida y
aumentado de todo lo bueno que, en lo individual y colectivo, había
evidenciado en el cotejo anterior frente a Lanús.
Este equipo,
que no pudo contar anoche con la presencia de Juan Sebastián Verón (ver
aparte), desde al arranque, propuso mucha lucha, una admirable
predisposición y también supo que hacer con la pelota en los pies, más
allá que por esas cosas del fútbol en esa primera hora de gran
rendimiento no generó situaciones claras en el área boquense. Pero con
mucha verticalidad, con un rendimiento individual muy regular, con
buenos desbordes por los costados y con buena rotación, lo complicó a un
Boca que se vio desbordado y apurado.
Pero a los albirrojos, en
esa primera hora en donde lo futbolístico marcó diferencias, le faltó
definición, aunque de haber sancionado como penal esa mano de Rodríguez
(la gran polémica de la noche) tal vez la historia se le hubiera
comenzado a enderezar temprano.
Pero el árbitro y el línea
Brailovsky entendieron como casual esa maniobra y, por esas cosas del
fútbol, casi Boca se lleva un premio por el que había hecho muy poco.
Porque
pasada la media hora asomó la peligrosidad de la visita. Primero apuró
Martínez, pero su remate rozó en el cuerpo de Rulli que salió a atorarlo
y después pegó en el pecho de Desábato que cerraba sobre la línea. Y
después otra vez tuvo que exigirse el golero local ante remates bien
dirigidos por Sánchez Miño y Riquelme.
Y en el complemento,
cuando aquella presión albirroja había aflojado un poco, dio el
campanazo. Tras un tiro libre de Luna llegó el rechazo de la defensa
visitante y la pelota le quedó justa a Carrillo que despidió un remate
potente de derecha que se le metió a Orión abajo, contra el palo
izquierdo.
Después
de ese gol, que arrimó justicia al trámite, tuvo que seguir luchando
Estudiantes porque Boca lo presionó, pero sin pisar con claridad el
área. La única clara que generó la desperdició el equipo de Bianchi,
porque tras un centro de Insúa desde la izquierda llegó un remate a la
carrera de Blandi que tapó Rulli y, en el rebote, Martínez elevó el
remate por sobre el travesaño con todo el arco a su disposición.
Y
en el cierre llegaron las emociones. El dudoso penal del Cata Díaz a
Damonte, y la resolución certera del magdalenense Carrillo (tiró bajo a
la derecha de Orión que se jugó hacia su izquierda), la expulsión de
Guillermo Burdisso por doble amarilla, y el festejo de todos por haber
completado un invicto de seis partidos (tres triunfos y tres empate) y
un invicto de local que se eleva a 8 partidos, con cinco victorias y
tres empates.
Pero lo importante se que el equipo ya maneja
conceptos muy claros, ahora sí sabe a lo que juega y, si consigue
corregir algunos detalles con toda seguridad que estará para dar pelea
arriba. Se ha acomodado a jugar sin su capitán, siempre da un plus más,
ha ganado en seguridad defensiva, tiene juego con Luna y Correa y no
está extrañando la salida de Zapata porque el que estaba en el banco,
apunta, tira y da en el blanco.
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