lunes, 27 de enero de 2014

Las dos hinchadas, como hacía 4 años y 9 meses


LOS PINCHAS TAMBIEN COPARON SU SECTOR Y NO DEJARON DE CANTAR EN NINGUN MOMENTO. LOS COLORES ROJO Y BLANCO MARCARON SU PRESENCIA EN EL ESTADIO. TAMBIEN SE VIERON BENGALAS, QUE NO ESTAN PERMITIDAS
 

Desde abril de 2009 que Gimnasia y Estudiantes no jugaban un clásico con sus dos parcialidades. El temor de la organización por episodios de violencia, el cambio que no pudo ser y una fiesta de la que participaron más de 20 mil personas


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MAR DEL PLATA (Enviados especiales) .- El clásico platense recuperó un elemento imprescindible: sus hinchadas. Otra vez, como en abril de 2009 cuando empataron 1-1 en el estadio Ciudad de La Plata, los de Estudiantes y Gimnasia pudieron estar presentes en una misma cancha, cantar, cargar al rival, gozar y vivir al ritmo de los jugadores.
Después de aquel partido de 2009, en el que el Lobo fue local en 25 y 32, nunca más se volvieron a ver las caras y comenzó una tendencia que recién ayer se alteró: que sólo asistan hinchas del equipo local. Hubo partidos en Quilmes, en el Bosque y en 25 y 32. En ninguno pudieron entrar simpatizantes visitantes.
Ayer volvieron. Es verdad que la custodia fue tremenda, pero que los hinchas de unos y otros hayan podido convivir en un clásico es una luz verde no sólo para que los partidos entre Gimnasia y Estudiantes tengan dos hinchadas, sino para que puedan volver los visitantes al fútbol argentino.
Los del Lobo, porque habían llegado primero a la ciudad, fueron los primeros en ingresar al estadio. La tribuna Sur fue la que más rápido se llenó, con muchas banderas y bombos.
En la tribuna Norte, donde se colocaron los de Estudiantes, el ingreso fue más lento. Primero lo pudieron hacer los que estaban en la Feliz y media horas antes del inicio del partido lo hizo el grueso, aquel que había viajado en colectivos y combis, y que había sido “retenido” en el parque donde está situado el estadio Minella. 

PREOCUPACION EN LA PREVIA
 
La gran preocupación que envolvió al clásico pasó por la seguridad. Y en este sentido no hubo una planificación acorde con la magnitud del evento por parte de la Aprevide, que dejó algunas cuestiones fundamentales sin resolución hasta último momento. En este contexto, el temas de los banderazos y los lugares de concentración asignados para los equipos fue algo que produjo sensación de zozobra hasta el último segundo.
El tema es así. Históricamente, los hinchas de Gimnasia realizan el banderazo previo a sus partidos en la Feliz en las Ramblas del Casino Central y los de Estudiantes suelen hacerlo en la zona de Punta Mogotes. Aún sabiendo esto, la organización designó como búnker del Pincha el Hotel Provincial, a escasos metros de donde los triperos realizaron su encuentro en la tarde de ayer. Si bien se sabía desde hace varios días que los albirrojos se alojarían allí, recién el viernes en la noche desde la Aprevide se comunicaron con los directivos de ambos clubes, para intentar hacer un enroque: mandar a Estudiantes al hotel Sheraton y hacer lo propio con el plantel mens sana al Provincial, a fin de evitar posibles incidentes en la zona de las Ramblas, donde quedarían muy cerca los jugadores albirrojos de los hinchas albiazules.
Sin embargo, por la cercanía del viaje, desde el Pincha se negaron a modificar el lugar de concentración, dado que significaría un gran cambio en la logística, a pocas horas de la partida del plantel. Así las cosas, el Lobo mantuvo su concentración en el Sheraton y el Pincha hizo lo propio en el histórico hotel enclavado en las Ramblas. 

TRASTORNOS Y UN FUERTE OPERATIVO
 
La situación descripta, produjo algunos trastornos en la movilidad del plantel de Mauricio Pellegrino y, en la tarde previa al partido de anoche, el despliegue de un fuerte operativo policial en torno a la zona de las figuras de los lobos marinos.
En la mañana de ayer, cuando el plantel estudiantil regresó de realizar algunos movimientos livianos en River de Mar del Plata, debió permanecer durante varios minutos arriba del ómnibus parado en la puerta del hotel Provincial, ya que había muchos hinchas de Gimnasia en la zona y la policía tuvo que improvisar un cercado para permitir el acceso de los futbolistas al lugar de concentración.
En tanto, en horas de la tarde la policía se vio obligada a montar un fuerte operativo -desplegó más de 100 uniformados- con agentes de infantería, perros, carros y motos, con el fin de separar el banderazo, realizado en las Ramblas, del hotel en que estaba Estudiantes. El operativo se quedó en el lugar hasta la salida del bus que trasladó al plantel desde la zona céntrica hasta el estadio mundialista José María Minella.
Ya entrada la noche, minutos antes del comienzo del partido, en los pasillos del Minella, allegados a la Aprevide dejaron deslizar que en el órgano de seguridad bonaerense no habría caído bien la intransigencia de la CD de Estudiantes ante el pedido de cambio de hotel.
Lo cierto es que fue una jornada cargada de focos a atender en materia de seguridad, cuestión en la que algunos aspectos, como el de las concentraciones de los planteles, no fueron atendidos en tiempo y forma en la planificación. 

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