El Pincha sufrió fracasos deportivos y económicos. Pocas compras le rindieron verdaderamente
ALESSIO INNOCENTI Y KEVIN RENDON, DOS REFUERZOS QUE NO LLEGARON NI A DEBUTAR EN PRIMERA. LOS DOS LLEGARON EN EL VERANO DE 2013
Estudiantes
y los refuerzos no se han llevado muy bien en el pasado reciente. La
lista de sinsabores, tal vez, se haya iniciado en aquel mercado de pases
de junio de 2011, el último tramo de la gestión que conducía Rubén
Filipas y tenía a Marcelo Malespina como uno de los referentes de las
finanzas. Once jugadores y una inversión millonaria. Se dijo que a
partir de ese momento el club empezó a caer en un pozo económico. José Luis Fernández, Justo Villar, Facundo Coria, Carlos Carbonero, Mauro Fernández y Mariano González . Un millonario préstamo por Mauro Boselli . Tiró la casa por la ventana para prolongar la fiesta y se le terminó volviendo en contra.
Ningún
jugador marcó la diferencia y, lentamente, uno a uno se fueron yendo
porque el club no podía pagar salarios elevadísimos.
Entonces
llegó la nueva Comisión Directiva y le costó un tiempo parar la pelota:
en el primer mercado de pases trajo, a préstamo por sólo seis meses a
Enzo Pérez y Mariano Andújar, dos jugadores de extrema jerarquía. El
primero casi que realizó una pretemporada para luego volver a Europa y
el arquero llegó a un plantel que ya tenía dos profesionales muy caros.
Con ambos existe una deuda.
El manejo empezó a cambiar en junio de 2012, ya con Diego Cagna como nuevo entrenador. Una fuerte inversión: Román Martínez (1,5 millones de dólares por tres años), unos de regresos económicos ( Marcos Angeleri, Agustín Alayes, Marcos Gelabert y Maxi Núñez ) y una apuesta: Jonathan Schunke
(250 mil dólares por la mitad de su pase). De los últimos años debe
haber sido el mejor mercado de pases, ya que Martínez demostró que puede
ser el conductor del equipo y Schunke se consolidó como uno de los dos
centrales.
Pero los números se pasaron de rojo y entonces, en el
verano 2013, la consigna fue clara: dejar de gastar. Al semestre
siguiente llegaron Alessio Innocenti y Kevin Rendón, dos
jugadores desconocidos y “apuestas”. Ambos arribaron sin cargo alguno,
pero el plantel se derrumbó deportivamente como pocas veces.
Entonces
otra vez el club tuvo que volver a meter la mano en su bolsillo, un
bolsillo castigado. Aunque se levantó la bandera de un proyecto juvenil
arribaron varios profesionales de renombre: Franco Jara (300 mil dólares por un año y una opción de compra de 2,5 millones), Santiago Vergini, Israel Damonte, Jorge Luna (650 mil dólares por el 65% de su pase) , Ernesto Goñi (le compraron el 50% y firmó por tres años), Patricio Rodríguez y Matías Aguirregaray (400 mil dólares por el 40%).
Sólo
Damonte y Aguirregaray están en la consideración de Mauricio Pellegrino
para el próximo semestre. Los demás ya se fueron o bien están buscando
club para tener continuidad.
Por suerte para Estudiantes y
gracias al trabajo del técnico, una buena cantidad de juveniles se bancó
la presión de jugar: Gerónimo Rulli, Leonardo Jara, Jonathan Silva,
Carlos Auzqui, Gastón Gil Romero, Joaquín Correa y Guido Carrillo. Tal
vez no arrancaron desde la primera fila, pero pudieron apagar el
incendio del mercado de pases.
En el verano también se buscó (de Vargas a Funes Mori ), pero luego se tomó la mejor decisión: Juan Manuel Olivera .
Así
pasaron los últimos cinco mercado de pases para Estudiantes: mucha
inversión y poco rédito. Por eso, a la hora de salir a buscar jugadores,
nunca está de más repasar los errores del pasado.
Lo mejor estaba en casa
Por Angeleri surgió Leo Jara, se fue Braña y apareció Gil Romero, los goles de Duván Zapata los empezó a pagar Carrillo y los toques del Chino Benítez parecen estar en Correa
Por Angeleri surgió Leo Jara, se fue Braña y apareció Gil Romero, los goles de Duván Zapata los empezó a pagar Carrillo y los toques del Chino Benítez parecen estar en Correa
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