viernes, 26 de diciembre de 2014

“Los rivales sufren el desgaste que les provoca este sistema”

ENTREVISTA. GABRIEL MACAYA, EL PROFE DE ESTUDIANTES, HIZO UN BALANCE DEL AÑO Y CONTÓ SUS OBJETIVOS PARA LA PRETEMPORADA

Destacó la intensidad en el juego y las dificultades de mantenerlo durante 95 minutos


GABRIEL MACAYA DESTACÓ QUE EN LAS PRIMERAS SEMANAS EL FUTBOLISTA DEBE RECUPERAR UN CUERPO CASTIGADO
GABRIEL MACAYA DESTACÓ QUE EN LAS PRIMERAS SEMANAS 
EL FUTBOLISTA DEBE RECUPERAR UN CUERPO CASTIGADO

Por MARTIN CABRERA

El fin de año generalmente está cargado de obligaciones. Por eso no sorprendió que la entrevista con Gabriel Macaya se haya realizado arriba de un auto en movimiento para ganarle tiempo al tiempo y para poder llegar a horario al lugar indicado. Así fue y en poco más de 40 minutos el Profe de Estudiantes realizó un balance del año, habló de la pretemporada que se viene para el plantel y destacó la “intensidad” con la que juega el equipo.
“La llegada de (Mauricio) Pellegrino le incorporó mucha intensidad al juego de Estudiantes, con una combinación del desarrollo físico y táctico, lo cual hace que el jugador esté trabajando constantemente en alta intensidad y con ese contexto planificamos la pretemporada”, arrancó el PF albirrojo.
-¿Cómo planifican un semestre que no saben cómo será ni cuándo empezará?
-Lo más importante es poder adquirir en tiempo y forma el desarrollo de lo que se pretende: ir buscando las capacidades condicionales de los jugadores a través de un plan que se les da para que lleven adelante durante el proceso vacacional. Después de un calendario cargado, los jugadores tienen como primera medida realizar un proceso de recuperación, desde el descanso hasta el tratamiento de patologías, traumas y desajustes estructurales.
-¿En qué consiste el trabajo del futbolista en sus vacaciones?
-Primero tiene que descansar. Es fundamental la recuperación mental, porque eso hace que el cuerpo descanse al menos al principio.
-¿A qué se le llama descansar?
-El jugador tiene que recrear su mente a través de los lazos familiares y mucho más para aquellos que viven en el interior del país. En los primeros 10 o 15 días nosotros aconsejamos que vuelvan a reunirse con sus seres queridos para sentir el afecto y cariño por lo logrado durante el año. Si quieren tener contacto con la pelota que sea sólo por algo lúdico y social, no competitivo. El jugador tiene que descansar su cuerpo después de toda la agresión que sufrió.
-¿Es igual el plan para todos los jugadores?
-Marcamos una generalidad en cuanto a la cantidad de sumatoria de trabajos que deberían hacer para que luego, cuando se sumen, puedan ser revaluados y establecer una escala preventiva y de posicionamiento dentro de los niveles físicos que traen. Los jugadores, en el período que iniciaron de 15 días, tuvieron que hacer un período de readaptación muscular, articular y ligamentaria. Después sí irán adquiriendo la tonalidad y la fuerza acordes al ingreso rápido al sistema de entrenamiento que tiene Estudiantes. Y como vamos a participar en los torneos de verano tenemos que presentarnos con los mejores niveles de condición física. El plan es general pero los ajustes son individuales.
-¿Supervisan a qué lugar se va de vacaciones el futbolista?
-Sí, la comunicación es permanente con los jugadores y los protegemos sobre la elección de los lugares. Podemos ayudarlos para que la elección sea la mejor, sobre todo diferenciando a aquellos que son solteros y los que tienen familia con hijos.
-Estudiantes es un equipo con tremendo rigor físico y por eso le ha costado jugar en ese alto nivel durante 90 minutos. ¿Es un motivo más anímico que físico?
-Hasta el técnico de River destacó la intensidad con la que juega Estudiantes. Son los equipos adversarios los que sufren el desgaste que les provoca nuestro conjunto y todo el tiempo que tardan en recuperarse. En cuanto a la pregunta está muy relacionado a lo motivacional y a los resultados, porque Estudiantes muchísimas veces terminó los partidos en campo adversario y a lo mejor en otros defendiendo la posición de un resultado. Presionar en toda la cancha 95 minutos hace que el jugador corra unos 13 o 14 kilómetros en máxima intensidad.
-¿Por qué destaca intensidad?
-Porque no es lo mismo correr 14 kilómetros al trote que al máximo. Con este sistema el jugador se expone y lo verificamos es lo que corren a niveles de sprint. Este tipo de desgaste lo sufre el cuerpo y por eso algunos vaivenes.
-¿Qué partidos del año recuerda que desde lo físico el equipo haya estado muy arriba?
-Hemos jugado varios partidos. Uno se puede quedar con la imagen de los 45 minutos finales contra Peñarol, pero está más relacionado con una disposición del entrenador en búsqueda de un resultado. Me quedo con los tres partidos contra River, el clásico revancha por la Copa que tuvo un índice psicofísico altísimo y contra Newell’s en Rosario.
-Torneo de 30 equipos, viajes, posible copa... ¿Piensa en una preparación diferente?
-Si jugás un partido por semana los tiempos permiten una rápida recuperación. Ahora bien, si después de esos viajes tenés que ir a jugar a Ecuador, Perú o Colombia, la cosa cambia. Pero lo más problemático es el traslado. El viaje desgasta más que el partido, porque estás muchas horas sin movilidad. Por eso trabajamos junto a la medicina en varios recursos como las medias especiales para una mejor circulación.
-Si Estudiantes juega el repechaje le tocará Independiente Del Valle, a 2480 metros. ¿Qué sugiere para la adaptación?
-Esa altura no es tan complicada como La Paz u Oruro. Al jugador hay que explicarle que va a sentir que corre más rápido pero ingiriendo mayor cantidad de moléculas de oxígeno. Lo más importante es agarrar ese sincronismo que se pierde entre la pelota, el jugador y la distancia, que es diferente al llano. 

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