ESTUDIANTES LE GANÓ 3-0 A BARCELONA Y ES LÍDER DEL GRUPO 7 DE LA LIBERTADORES
Con tres goles del pibe de Magdalena aplastó a su rival, que no le hizo honor a su apodo
Por MARTIN CABRERA COMENTARIO
Estudiantes sigue
avanzando a paso firme. Anoche dio la zancada más grande, la más sólida,
en su cuarto triunfo en forma consecutiva. Goleó como local a Barcelona
de Guayaquil por 3-0, quedó como único líder del grupo 7 de la
Libertadores y dejó una imagen de equipo que en la medida que pasen los
partidos será cada vez más candidato a ser protagonista en todas las
competencias que juegue.
Anoche el equipo funcionó muy bien en todas sus
líneas, pero tuvo en Guido Carrillo a una figura por encima de todos los
demás jugadores. No sólo porque anotó tres goles para empezar a hacerle
sombra a Gustavo Bou en la Copa, sino porque fue una verdadera
pesadilla para la inocente defensa rival, que nunca pudo tomarlo dentro
ni fuera del área. Tiene cuatro en la tabla de goleadores y su
cotización sube como los aviones que se van para Europa. Por supuesto,
como lo hacen los jugadores en el Viejo Continente, el árbitro le regaló
la pelota.
De paso, el Pincha siguió alimentando las
estadísticas de ser el equipo con mejor porcentaje de puntos y el equipo
que más rédito le saca a la localía. Con el de anoche jugó 53 partidos,
con 42 triunfos, ocho empates y sólo tres derrotas. Una racha infernal
que lo terminan potenciando como pocos equipos sudamericanos.
El partido lo definió en el primer tiempo. Si bien
no convirtió en el arranque, siempre lo tuvo controlado y dio la
sensación de hacer tantos goles como se propusiera. Sólo tenía que
marcar el primero y los demás llegarían luego. El Torero ecuatoriano
dejó sus armas en Guayaquil.
El primer gol (también el segundo y tercero) llegó
por intermedio de Guido Carrillo cuando se cumplían 16 minutos. Desde
afuera del área remató con mucha fuerza Israel Damonte, balón que Máximo
Banguera no logró detener. Dio rebote para adelante, justo lo que no
tenía que hacer: estaba el delantero ahí mismo.
A partir de entonces Estudiantes comenzó a manejar
la pelota. Siempre intentó atacar por las bandas, pero encontró por la
izquierda mayor posesión, más allá del desequilibrio de Cerutti por
derecha. Y de tanto buscar por allí llegó un preciso centro de Juan
Sánchez Miño para que Carrillo, otra vez de cabeza, pusiera la pelota
adentro del arco y le empezara a bajar la persiana al partido.
Barcelona nunca hizo pie. Sus centrales fueron
desbordados por los delanteros de Estudiantes y ni siquiera con remates
desde lejos pudo decir presente en el estadio. Triste papel de uno de
los equipos más poderosos de Ecuador.
El segundo tiempo se jugó a otro ritmo.
Estudiantes, haciendo gala de ser un equipo con mayor oficio que el año
pasado, puso la pelota en un freezer. Le dio un poco de espacio a su
rival, que con el ingreso de Ismael Blanco fue un poco más peligroso, y
lo lastimó de contra. Se paseó por la cancha y les regaló a sus hinchas
un triunfo de buena factura.
En ese contexto creció la figura de Ezequiel
Cerutti, que corrió los 90 minutos y les generó espacios a sus
compañeros. Primero pudo ser de Carrillo, al que le sacaron el gol del
buche. Pero también Aguirregaray y Carlos Auzqui, con remates desde
afuera del área estuvieron cerca de estirar la diferencia.
¿Quién hizo el tercer gol? Quien iba a ser: Guido
Carrillo. Desborde por la derecha, centro atrás y el delantero la empujó
para sellar la goleada y llegar a su primer hat trick desde que juega
en Primera. Sentencia para sumar el cuarto triunfo (Independiente Del
Valle, Arsenal, Godoy Cruz y anoche), empezar a sentirse seguro de lo
que puede dar y mandarle un mensaje a Gimnasia, su rival del domingo por
el torneo local.
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