RECUERDO. MILITO, POR ENTONCES EN EL BARCELONA, HABLÓ DE LA FINAL DEL MUNDIAL DE CLUBES 2009
Por primera vez contó detalles de lo que vivieron los catalanes en Emiratos Arabes
Los caminos de Gabriel
Milito y Estudiantes se volvieron a juntar ahora en 2015, como ocurrió
hace seis años, cuando Barcelona y el Pincha jugaron la final del
Mundial de Clubes de 2009 en Abu Dhabi. En aquella época el ahora DT
albirrojo integraba el plantel catalán y fue responsable de poner en
alerta a sus compañeros de lo que iban a encontrarse dentro de la
cancha.
-¿Culpa tuya Estudiantes no fue campeón en 2009?
-(Sonríe) No, yo no tengo nada que ver. Ese torneo
fue mi regreso al plantel después de un año y medio. Me dieron el alta a
finales de noviembre. Me metieron en la lista y pude ir al banco.
-Pero vos alertaste a Guardiola y a tus compañeros sobre cómo se preparaba Estudiantes...
-Es que el Barcelona había jugado dos finales del
mundo antes y las había perdido. Y encima el rival era argentino, con
todo el respeto y admiración que siente Guardiola por nuestro fútbol. El
tenía miedo que el equipo no entrara a jugar esa final como debía y se
quiso asegurar, con otro argentino del plantel, para transmitir el
mensaje. Me acuerdo que les dije a todos que se iban a encontrar con
once leones. A partir de eso hablamos mucho de ese Estudiantes.
“En el tramo final en la Selección,
Messi logró que no se lo cuestione más. Y la llegada de Alejandro
Sabella tuvo mucho que ver con eso. Potenció su juego”
-¿Qué sabías de aquel equipo campeón de América?
-Mucho, porque vi todos sus partidos de la
Libertadores. En las dos finales estaba en Buenos Aires y las viví de
manera diferente. Además tengo una gran amistad con Damián Albil, que
integró aquel equipo, y en esa época nos juntábamos a comer seguido. Me
acuerdo que después del 0-0 en La Plata nos vimos y me dijo ‘Gaby, te
aseguro que vamos a ganar, no sabés la personalidad que tiene el
equipo’. Me quedó grabado y me hizo click la cabeza cuando vi de la
manera que ganaron en Brasil.
-¿A quiénes conocías más?
-A la Bruja (Verón) de la Selección, al Chino
Benítez de selecciones juveniles y al Chapu Braña de chico. Por eso
sabía lo que nos íbamos a encontrar en aquella final. No me equivoqué.
-Estudiantes lo puso en aprietos de verdad.
-Sí, mucho más que eso. Jugó bárbaro y supo controlar el partido.
-¿Te gustó aunque no representase tu idea futbolística?
-Pero claro. Hay que tener en cuenta que ese
equipo, para mí, fue el mejor Barcelona. Y dicho por muchos
especialistas el mejor equipo de toda la historia del fútbol. Y que
Estudiantes, con armas muy nobles haya ido a competir como compitió fue
admirable. Sabía que iba a ser un partido duro, pero jamás que a tres
minutos íbamos a estar perdiendo. Ese Barcelona había perdido partidos
en el proceso, me acuerdo uno contra Getafe. Pero siempre fue por
imponderables, creando 15 situaciones claras de gol. Contra Estudiantes
no tuvimos muchas chances. Si el partido terminaba 1-0 estaba bien. De
hecho, el gol llega de una manera antinatural, con Piqué de 9.
-¿Cómo estaba Guardiola?
-Preocupado. Lo que pasa es que respeta muchísimo a
todos los rivales y mucho más a los argentinos. Imaginate que a los
tres días de esa final nos fuimos a Kwuait para un amistoso y nos tuvo
una tarde entera mirando videos como si fuese un partido de Champions.
Es un tipo que no para y eso lo hace admirable. En definitiva, los
estilos pueden gustar más unos que otros, pero la diferencia se marca en
el trabajo y en el convencimiento que trasmite el técnico a sus
jugadores. En ese punto coinciden Guardiola, Mourinho y Simeone.
-¿Fue Pep Guardiola el técnico que más te marcó?
-Tuve mucha suerte en mi carrera, porque me
dirigieron Pekerman, Bielsa y Guardiola. En las selecciones juveniles y
en la mayor, y en mi paso por Europa, tuve a los mejores. Guardiola me
demostró que en el fútbol todavía no está todo inventado. Y no me lo
contaron, lo viví. Porque es fácil pensar que Barcelona juega bien
porque tiene a los mejores jugadores. ¡Siempre tuvo a los mejores! Y
nunca logró lo que consiguió en aquel proceso. No era casualidad que
atacara como lo hacía.
-Puyol, Xavi y Victor Valdes ya se fueron.
¿Barcelona ya formó a sus reemplazantes? ¿Ya tiene un Messi o un Iniesta
en inferiores?
-No. ¿Cómo hacés para formar otro Messi? Tiene
buenos centrales como Marc Bartra y promesas, pero no creo que aparezca
otra camada como esa.
-¿Cómo llegaron todos juntos?
Se dio como esas cosas que pasan cada tanto. Pero
ojo que también Barcelona sostuvo mucho a Xavi cuando las cosas no
funcionaban. Los inicios suyos, de Víctor Valdes y Puyol no fueron
sencillos. Jugaron seis años sin ganar nada con todo lo que eso
significa en un club tan grande como Barcelona. Tuvieron respaldo y eso
ayudó a que se formasen junto a ellos tipos como Inesta y Messi y que
Piqué regresara luego de su paso por Manchester y Zaragoza.
-Messi es intocable en Barcelona pero en Argentina todavía es un tanto resistido. ¿Por qué?
-En el tramo final en la Selección Leo logró que no
se lo cuestione más. Y la llegada de Alejandro Sabella tuvo mucho que
ver. Lo potenció y eso quedó a la vista en las Eliminatorias y en el
Mundial de Brasil.
-Pero se le endilga que no hizo goles en las etapas finales del Mundial como sí hizo en definiciones de Champions.
-Eso es lo que genera ser el número uno. Es
imposible no hablar de ellos. De todos modos para mí dejó atrás todas
las dudas e hizo muchas cosas de las que hacía en Europa. ¿Le faltó el
gol en la final? Sí, seguro, pero no es tan fácil. La diferencia es que
en Barcelona juega 60 partidos por año y no sé cuántos jugó para
Argentina. Los argentinos somos inconformistas pero no podemos dejar de
reconocer el gran trabajo de Leo en la Selección y el de la Selección en
el último mundial.
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