Análisis
Estudiantes consiguió lo que buscó y mereció sobretodo en el segundo tiempo: acceder a los 4tos de final de la Copa Argentina. Sacó la chapa, se hizo cargo de la definición y redujo al mínimo a su rival, en el momento clave; en la tanda de penales.
Tras una primera etapa para el olvido, en
el complemento demostró que quería ganar, lo fue a buscar pero recién
en los penales lo consiguió y sin dejar dudas de ser el dueño de la
victoria. El partido tendría que haber terminado con un triunfo que se
terminó extendiendo más de lo debido.
En el comienzo del encuentro salió a ser protagonista pero no logró
profundizar. Como a lo largo de los 45 minutos iniciales decidió mal no
sólo en ataque, también en defensa. Busco poner mucha gente en ataque
pero en momento terminó sólo amontonando jugadores.
Llegando al cuarto de hora se empezó a quedar y Quilmes creció a
pasos agigantados. El desarrollo del cotejo se emparejó y el Pincha
parecía que no sabía para donde agarrar. Seguía empatando pero había una
sensación rara.
El primer tiempo ofrecía poco hasta que una nueva equivocación en la
salida le costaba caro. Una pelota corta y dividida terminó en poder de
Quilmes que presionó bien arriba y en un golazo de Alexis Canelo que
nadie esperaba, al igual que error defensivo.
No era bueno el panorama en el segundo tiempo pero de arranque nomás
el equipo de Milito se encargó de dejar en claro quién era el que
mandaba, quien se iba a quedar con el premio mayor. Y en función de ello
jugó y lo fue a buscar.
Llegó el empate de Carlos Auzqui tras una buena jugada individual de
Leonardo Jara. El Pincha estaba enchufado se dio cuenta que tenía que
hacerse cargo del partido, que le correspondía ganar y que podía, o al
menos lo que debía.
Los penales son historia conocida pero en este caso fueron una
continuidad del desarrollo del segundo tiempo: seguridad y certeza de un
lado, vulnerabilidad e incertidumbre del otro. Así terminó siendo la
imagen del partido.
Quilmes sin ánimo, sin energías; Estudiantes agrandado, seguro y
luego de la última atajada de Hilario, clasificado. El Pincha pisó
fuerte y dejó en claro que siempre mandó en el partido.
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