Pincha y actor de raza, Federico D’elia encarnó personajes memorables en
televisión, cine y teatro. Es uno de los hinchas más caracterizados a
nivel nacional, y nos cuenta cómo surgió su amor por Estudiantes.
Corrían los minutos finales cuando un tiro de Marangoni casi impacta
de lleno en la red del arco defendido por Bertero. El corazón de miles y
miles de pincharratas en la cancha de Independiente se paralizó por un
instante. Aquel fue un partido áspero, una típica final. Estudiantes
perdía, pero la diferencia de goles lo hacía campeón del Torneo Nacional
1983. Un corazón se detuvo por demás: un joven, alrededor de 17 años,
había saltado el foso que divide la tribuna del campo de juego para el
festejo. ¿Qué habría pasado si aquella pelota entraba? Por suerte no
entró, el Pincha dio la vuelta olímpica y el joven se llevó un par de
recuerdos: un botín de Bertero y un abrazo interminable con Abel
Herrera.
Más de 30 años después, aquel joven es hoy uno de los actores más
reconocidos en el ambiente artístico nacional. Federico D’elia es una
estrella que brilla con luz propia dentro del mundo del espectáculo,
gracias a personajes como Mario Santos, el sagaz líder de “Los
Simuladores”. Sin embargo, sus inicios como actor no fueron fáciles: la
peleó bien de abajo, yéndose de La Plata a Capital Federal con poca
plata. Con humildad y sacrificio, como manda el ADN del club.
Su padre Jorge- también actor de cine, televisión y teatro- fue quien
le inculcó el amor por Estudiantes. “Mi viejo fue quien me hizo Pincha,
la tuvo que pelear un poco porque la familia de mi vieja era toda
fanática del otro club de la ciudad”, cuenta Federico. “Por suerte, mi
viejo iba muchísimo a la cancha y era amigo de algunos jugadores como
Manera, Poletti y algunos más, y me llevaba seguido”, relata sobre sus
comienzos como hincha.
De su primer partido en el estadio Jorge Luis Hirschi, tiene un
recuerdo muy vago. Sólo tenía cuatro años. “Tengo un recuerdo muy vago
de “Cacho” Malbernat levantando una de las Copas Libertadores, dando la
vuelta con el equipo. Habrá sido un festejo previo a algún partido por
campeonato local”.
Como vimos en otras notas con hinchas reconocidos del club, conjugar
la profesión con el fanatismo es algo difícil de realizar. El rubro
actoral no es la excepción. Gran cantidad de partidos se disputan de
día, horario donde Federico graba escenas de “Esperanza Mía”, o por la
noche, mientras protagoniza la obra teatral “Le Prenom”. “Si estoy
arriba del escenario, pido que alguien me diga como salimos”, dice, y
agrega que va a la cancha cuando le dan los días y horarios, y cuando
no, lo sigue por televisión. “Lo vivo tranquilo pero con mucha
intensidad, cuando era más chico me ganaba el fanatismo y me ponía muy
nervioso”, explica sobre cómo vive los partidos.
Le resulta difícil elegir un equipo preferido entre tantos que tuvo
nuestra historia. Resalta lo hecho por los conjuntos campeones, como
aquellos de Bilardo y Manera, y los de la época reciente de Simeone y
Sabella. Depende del puesto, elige un jugador favorito, pero considera
imposible no nombrar a Juan Sebastián Verón por su talento futbolístico y
por lo que significa para la institución.
Según Federico, Estudiantes es trabajo, trabajo y más trabajo. Es ser
ganadores, y no dejar nada librado al azar. Una filosofía que repite en
su profesión. Sueña con que el club sea una institución modelo en el
país, y que profundice los avances y logros obtenidos durante estos
últimos años.
“Estoy feliz que mi viejo me haya hecho Pincha. El fútbol es sólo un
juego, pero un club es muchísimo más que eso”, cierra Federico D’elia la
charla con el sitio oficial.
Web Club Estudiantes
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