Estudiantes, que arrancó mejor que San Lorenzo, terminó
perdiendo en el segundo partido de la Copa de Oro. El equipo jugó mejor
con Verón en cancha, pero ante la salida del capitán por una lesión no
supo encontrar los caminos
ENVIADOS ESPECIALES
Con la misma sensación que invade a los turistas en este final de la
segunda quincena de enero, cuando se van terminando las vacaciones,
Estudiantes se volvió de Mar del Plata con resignación. Estuvo
desordenado e incómodo, como aquel que le cuesta acostumbrarse a dormir
en un hotel lejos de La Plata, donde la rutina hace todo más llevadero.
Con Juan Sebastián Verón en cancha fue un equipo
agresivo, que presionó y generó peligro. Sin embargo, cuando salió el
capitán, se desmoronó y perdió el equilibrio.
San Lorenzo, que en la semana había puesto en jaque a Boca, acusó el
recibo en los primeros minutos; se replegó y lastimó de contragolpe,
como quien está al acecho de su presa y lo sorprende en el momento menos
esperado. Tanto fue así que sin merecerlo, a los diez minutos, se puso
arriba en el marcador con un remate de Ezequiel Ávila, que se desvió en Schunke y descolocó a Andújar.
El Pincha, que reaccionó con hidalguía y provocó dos situaciones
claras de gol (una de ellas terminó en el travesaño), se fue desgastando
con el correr del tiempo.
Arrancó con una estrategia clara, pero endeble: 4-2-3-1. Y tuvo que
mutar sobre la marcha, pasando a jugar casi con una línea de cinco
mediocampistas cuando ingresó Israel Damonte para jugar al lado de Rodrigo Braña, con Facundo Quintana muy retrasado y Matías Ahumada y Facundo Sánchez como extremos por las bandas.
Los fantasmas del partido con Boca volvieron a asomar en cada pelotazo cruzado que se filtró a las espaldas de Braña y Aguirregaray,
y ya en la parte final del primer tiempo el equipo terminó sufriendo el
partido, más cuando Andújar desvió con el pie sobre la línea un
cabezazo a quemarropa.
En el segundo tiempo, como aquel que busca revancha luego de haber
rebotado en la primera cita, el Pincha de Vivas se renovó con los
cambios. Presionó en campo adversario y manejó mejor la pelota. Pero no
le alcanzó.
El Ciclón se resignó a preservar el orden táctico para mantener el
resultado, aún sabiendo que no le alcanzaba para quedarse con la Copa
por la diferencia de gol, que finalmente fue para Boca.
Otra cuenta pendiente para el Pincha, que sigue engrosando la
billetera con las transferencias, pero que no logra enderezar el camino
deportivo, que parece haberse ido con la primavera del año pasado,
cuando fue el galán del campeonato, ganando en todas las canchas y
mirando a todos desde arriba.
Formaciones
San Lorenzo: Sebastián Torrico; Paulo Díaz, Marcos
Angeleri, Matías Caruzzo, Lautaro Montoya; Franco Mussis; Ezequiel
Cerutti, Néstor Ortigoza, Bautista Merlini, Ezequiel Avila; Nicolás
Blandi. Director técnico: Diego Aguirre.
Estudiantes: Mariano Andújar; Matías Aguiregaray, Jonathan Schunke, Leandro Desábato, Sebastián Dubarbier; Facundo Sánchez, Juan Sebastián Verón, Rodrigo Braña, Matías Ahumada; Facundo Quintana e Ignacio Bailone. Director técnico: Nelson Vivas.
Sintesis:
Gol: en el primer tiempo, a los 9 minutos, Avila (SL).
Cambios: en el primer tiempo, a los 33 minutos, Israel Damonte (E)
por Verón. En el segundo tiempo, desde la reanudación, Iván Gómez (E)
por Quintana y Javier Toledo (E) por Bailone; a los 20 minutos, Gabriel
Rojas (SL) por Ortigoza; a los 22, Nicolás Talpone (E) por Ahumada; a
los 25, Leandro Romagnoli (SL) por Avila y, a los 30, Gonzalo Bergessio
(SL) por Montoya.
Incidencia: en el segundo tiempo, a los 26 minutos, fue expulsado Blandi (SL) por doble amonestación.
Arbitro: Fernando Espinoza.
Estadio José María Minella (Mar del Plata).
Estadio José María Minella (Mar del Plata).
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