martes, 26 de septiembre de 2017

Estudiantes prolongó su mal momento en Quilmes

PERDIO 3-1 CONTRA SAN LORENZO. OTRO MAL PARTIDO DE UN CONJUNTO ALBIRROJO, POR AHORA, SIN RUMBO
Ni siquiera el gol de Pavone le dio empuje anímico. Equipo sin fútbol, orden ni individualidades

Estudiantes prolongó su mal momento en Quilmes

Braña lucha en la mitad de la cancha con Merlini. El Chapu fue uno de los pocos puntos altos del equipo en la derrota ante el Ciclón

Por MARTIN CABRERA

El semestre de Estudiantes va camino a la basura. A la eliminación en la Copa Sudamericana a manos de Nacional y a la salida de Gustavo Matosas, anoche le sumó otro capítulo negro: derrota como local en Quilmes 3-1 ante San Lorenzo, resultado que prolonga un mal momento futbolístico y de incertidumbre institucional.
Con pocos días de trabajo Leandro Benítez poco pudo hacer para devolverle la identidad a un grupo que evidencia, por primera vez en mucho tiempo, una flaqueza general que le llevará un tiempo dejar atrás. Así, está claro, no puede seguir.
Estudiantes empezó el partido como todos los del ciclo anterior: mostrando una firmeza y decisión para atacar más allá de no mantenerlas más de cinco minutos. Fue con ganas para adelante, pero ya en esos primeros minutos evidenció problemas estructurales.
A los 7 avisó San Lorenzo cuando un centro desde la derecha confundió a Jonatan Schunke. Cinco minutos después, en una jugada calcada, el chileno Paulo Díaz desbordó a Diarte y tiró un gran centro al corazón del área. No pudieron los centrales, tampoco Mariano Andújar y solo, sin marca por el segundo palo, apareció Fernando Belluschi para empujar la pelota al fondo del arco.
Pocas cosas cambiaron con el correr de los minutos. Estudiantes dejó en claro su falta de trabajo, las dudas defensivas y que hay jugadores lesjísimos de su mejor versión. Fue un compilado de esfuerzo y carencia de ideas, un equipo que quiso llegar rápidamente al empate pero sin saber realmente cómo.
Mariano Pavone y Juan Otero se nublaron dentro del área. Fernando Zuqui tuvo buenas intenciones y amagues de querer convertirse en la manija del equipo, pero nada más. Y muy poco de Sebastián Dubarbier por izqiuerda y apenas un fuerte remate de Lucas Melano por la derecha.
San Lorenzo, en cada contra, provocó sofocones. Y no convirtió el segundo gol porque también está pasando por un presente apático y golpeado anímicamente por su increíble eliminación de la Copa Libertadores. Dos veces más, además de la jugada del gol, tuvo a Belluschi como protagonista, siempre ingresando al área por el sector izquierdo del ataque. ¿Qué pasó con Sánchez? Otro mal partido, compartido con el otro lateral.
Recién en el final pudo empatar Estudiantes. Fue con un tro libre de Zuqui apenas inclinado para la derecha y a pocos metros del área grande. El ex Boca le pegó fuerte al palo izquierdo de Nicolás Navarro, que se estiró pero no llegó. La pelota pasó a centímetros y desde la platea pareció gol. Algunos, incluso, lo gritaron.
LO TENIA PARA GANAR, NO PUDO
El segundo tiempo fue diferente, a pesar de que el resultado siguió siendo negativo, porque Estudiantes fue más dominador y tuvo un rápido gol que lo empujó desde lo anímico. A los 5 minutos, en un buen desborde de Juan Otero por la derecha, encontró a Mariano Pavone en el punto de penal, para conectar muy bien un centro atrás. Gol, para romper con la malaria de 325 minutos sin marcar uno, desde aquel grito de Christian Alemán sobre el final ante Arsenal.
A partir de ese gol el Pincha empujó y hasta pareció tener más entereza físicas y futbolísticas como para dar vuelta el resultado de manera difinitiva. Creció la figura de Rodrigo Braña en el medio y el equipo adelantó sus líneas como para buscar ese segundo gol.
Benítez puso en campo a Lucas Rodríguez para que por derecha encontrara alguna jugada clara y asistiera a Pavone aprovechando el envió del gol. San Lorenzo acusó el golpe pero pasaron los minutos y como el Pincha no lastimó fue a buscar lo suyo.
Y lo encontró a falta de diez minutos, cuando otro desborde por la derecha de su ataque (noche negra de Lucas Diarte) hizo que Nicolás Blandi se sacase toda la mufa, aprovechándose de una pobre respuesta de Facundo Sánchez. Gol y otro castigo para Estudiantes.
Nada pudo hacer en los minutos finales. Ya no tuvo recursos anímicos y mucho menos futbolísticos para evitar otra derrota, la segunda consecutiva en el torneo. San Lorenzo se cerró bien y el final llegó sin sacudones en el arco de Nicolás Navarro. Antes, Belluschi se floreó ante Andújar para sellar un resultado abultado y, también, ciertamente inmerecido. Pero ganó el que tiene más jerarquía y una idea de juego, así de simple, aunque anoche no haya mostrado demasiado.
Volvió a perder Estudiantes, que no encuentra el rumbo y se hunde en la tabla de posiciones. Peor aun, no tiene un perfil de juego definido y la salida de Matosas parece ser recién el principio de una larga sucesión de cambios que necesita el equipo y todo el plantel en general. El Pincha desperdició un semestre cuando tenía todo controlado. Increíble. Le quedan meses para mejorar y recuperarse en la Libertadores, pero un torneo prácticamente tirado a la basura.

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