PERDIO 3-1 CONTRA SAN LORENZO. OTRO MAL PARTIDO DE UN CONJUNTO ALBIRROJO, POR AHORA, SIN RUMBO
Ni siquiera el gol de Pavone le dio empuje anímico. Equipo sin fútbol, orden ni individualidades
Por MARTIN CABRERA
El
semestre de Estudiantes va camino a la basura. A la eliminación en la
Copa Sudamericana a manos de Nacional y a la salida de Gustavo Matosas,
anoche le sumó otro capítulo negro: derrota como local en Quilmes 3-1
ante San Lorenzo, resultado que prolonga un mal momento futbolístico y
de incertidumbre institucional.
Con pocos días
de trabajo Leandro Benítez poco pudo hacer para devolverle la identidad a
un grupo que evidencia, por primera vez en mucho tiempo, una flaqueza
general que le llevará un tiempo dejar atrás. Así, está claro, no puede
seguir.
Estudiantes empezó el partido como todos
los del ciclo anterior: mostrando una firmeza y decisión para atacar
más allá de no mantenerlas más de cinco minutos. Fue con ganas para
adelante, pero ya en esos primeros minutos evidenció problemas
estructurales.
A los 7 avisó San Lorenzo cuando
un centro desde la derecha confundió a Jonatan Schunke. Cinco minutos
después, en una jugada calcada, el chileno Paulo Díaz desbordó a Diarte y
tiró un gran centro al corazón del área. No pudieron los centrales,
tampoco Mariano Andújar y solo, sin marca por el segundo palo, apareció
Fernando Belluschi para empujar la pelota al fondo del arco.
Pocas
cosas cambiaron con el correr de los minutos. Estudiantes dejó en claro
su falta de trabajo, las dudas defensivas y que hay jugadores
lesjísimos de su mejor versión. Fue un compilado de esfuerzo y carencia
de ideas, un equipo que quiso llegar rápidamente al empate pero sin
saber realmente cómo.
Mariano Pavone y Juan
Otero se nublaron dentro del área. Fernando Zuqui tuvo buenas
intenciones y amagues de querer convertirse en la manija del equipo,
pero nada más. Y muy poco de Sebastián Dubarbier por izqiuerda y apenas
un fuerte remate de Lucas Melano por la derecha.
San
Lorenzo, en cada contra, provocó sofocones. Y no convirtió el segundo
gol porque también está pasando por un presente apático y golpeado
anímicamente por su increíble eliminación de la Copa Libertadores. Dos
veces más, además de la jugada del gol, tuvo a Belluschi como
protagonista, siempre ingresando al área por el sector izquierdo del
ataque. ¿Qué pasó con Sánchez? Otro mal partido, compartido con el otro
lateral.
Recién en el final pudo empatar
Estudiantes. Fue con un tro libre de Zuqui apenas inclinado para la
derecha y a pocos metros del área grande. El ex Boca le pegó fuerte al
palo izquierdo de Nicolás Navarro, que se estiró pero no llegó. La
pelota pasó a centímetros y desde la platea pareció gol. Algunos,
incluso, lo gritaron.
LO TENIA PARA GANAR, NO PUDO
El
segundo tiempo fue diferente, a pesar de que el resultado siguió siendo
negativo, porque Estudiantes fue más dominador y tuvo un rápido gol que
lo empujó desde lo anímico. A los 5 minutos, en un buen desborde de
Juan Otero por la derecha, encontró a Mariano Pavone en el punto de
penal, para conectar muy bien un centro atrás. Gol, para romper con la
malaria de 325 minutos sin marcar uno, desde aquel grito de Christian
Alemán sobre el final ante Arsenal.
A partir de
ese gol el Pincha empujó y hasta pareció tener más entereza físicas y
futbolísticas como para dar vuelta el resultado de manera difinitiva.
Creció la figura de Rodrigo Braña en el medio y el equipo adelantó sus
líneas como para buscar ese segundo gol.
Benítez
puso en campo a Lucas Rodríguez para que por derecha encontrara alguna
jugada clara y asistiera a Pavone aprovechando el envió del gol. San
Lorenzo acusó el golpe pero pasaron los minutos y como el Pincha no
lastimó fue a buscar lo suyo.
Y lo encontró a
falta de diez minutos, cuando otro desborde por la derecha de su ataque
(noche negra de Lucas Diarte) hizo que Nicolás Blandi se sacase toda la
mufa, aprovechándose de una pobre respuesta de Facundo Sánchez. Gol y
otro castigo para Estudiantes.
Nada pudo hacer
en los minutos finales. Ya no tuvo recursos anímicos y mucho menos
futbolísticos para evitar otra derrota, la segunda consecutiva en el
torneo. San Lorenzo se cerró bien y el final llegó sin sacudones en el
arco de Nicolás Navarro. Antes, Belluschi se floreó ante Andújar para
sellar un resultado abultado y, también, ciertamente inmerecido. Pero
ganó el que tiene más jerarquía y una idea de juego, así de simple,
aunque anoche no haya mostrado demasiado.
Volvió
a perder Estudiantes, que no encuentra el rumbo y se hunde en la tabla
de posiciones. Peor aun, no tiene un perfil de juego definido y la
salida de Matosas parece ser recién el principio de una larga sucesión
de cambios que necesita el equipo y todo el plantel en general. El
Pincha desperdició un semestre cuando tenía todo controlado. Increíble.
Le quedan meses para mejorar y recuperarse en la Libertadores, pero un
torneo prácticamente tirado a la basura.
www.eldia.com.ar
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