lunes, 26 de febrero de 2018

“Sabella no fue uno de los mejores entrenadores que tuve, fue el mejor”

BRAÑA NO DUDA EN ELEGIR AL ENTRENADOR QUE MÁS LO MARCÓ
“Sabella no fue uno de los mejores entrenadores que tuve, fue el mejor”
BRAÑA, MANO A MANO, EN LA PREVIA DEL DEBUT 
-¿Qué significa Sabella para vos?
-Fue de los mejores... Mejor dicho, fue el mejor de todos, por calidad humana y por sus dotes futbolísticos. Es un verdadero docente. Le tocó llegar a un plantel con personalidades fuertes pero él era un fenómeno. Con el Profe (Blanco), Julián (Camino) y Claudio (Gugnali) armaron un cuerpo técnico impresionante. Nosotros nos sentimos identificados sobre todo cuando nos hablaba de la historia del Club. Ojalá que algún día lo podamos tener otra vez por acá. Yo ya no creo que esté (risas) pero igual me gustaría que Estudiantes lo vuelva a disfrutar. Es un ídolo y muy querido por los hinchas, jugadores y demás. Es imposible no quererlo.
-¿Te imaginabas jugando una Libertadores con 39 años?
-No. Cuando era chico planeaba jugar hasta los 32 años. Ahora se fue modificando la edad. Tampoco soy conciente de donde estoy. Voy día a día y espero que el momento vaya pasando. A esta edad no quiero decir hasta cuándo voy a jugar, porque en un día se me puede cambiar todo.
-La Copa termina en diciembre y tu contrato en junio...
-Claro, no se sabe qué puede pasar. De todos modos, más allá de lo que uno quiera hacer por encima está el Club. El jugador tiene que ser respetuoso de los dirigentes, de los chicos que vienen abajo y de aquellos que toman decisiones. Si creen que puedo darles algo y tengo ganas de seguir, así será.
-¿Cómo viviste la decisión de Bernardi de comunicarles a Damonte, la Gata y Pavone que iban a arrancar desde atrás en su consideración?
-Es más lo que se dice de afuera. Cada vez que se va un técnico lo echamos nosotros y cuando llega uno es porque lo pusimos. Acá salió el Chavo (Desábato), Isra (Damonte), yo, la Gata (Fernández), el Tanque (Pavone)... y no pasó nada. Más vale que siempre querés jugar pero de ahí a qué pasen cosas no. Tengo amigos que me dicen “che, el Tanque se peleó con el técnico” y vos le decís que no y no te creen. Es increíble lo que pasa a veces en el fútbol.
-¿Cuál es el secreto de tu vigencia: genética o extremo cuidado?
-Me cuido lo justo y necesario. No soy un fanático. La otra noche me comí una pizza, por ejemplo. Sé lo que tengo que hacer en su momento. Después de un partido me puedo comer un asado y la pizza porque no juego, pero tres días antes sé que lo que tengo que hacer. Por ejemplo, otro compañero que llegó hasta los 40 en plenitud fue Calderón, pero él era un fanático del cuidado. De él y otros compañeros más como la Bruja (Verón) aprendí un montón de consejos. De pibe, el otro día lo hablábamos con Desábato, salíamos del entrenamiento y nos atracábamos con un sandwich de vacío o choripán en la calle. El fútbol fue evolucionando y ya desde juveniles el cuidado es otro. Eso y los entrenamientos nos alargó la carrera a muchos. Antes era más hostil, con pasadas interminables. Ahora es más dinámico y al jugador lo reactiva. También hay una cuota de genética, por supuesto.

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