Un descenso se puede llevar puesto una camada de pibes de inferiores y sus sueños, si no tienen suficiente carácter como para dar vuelta la historia. Hoy Claudio Martín Paris con 47 años recién cumplidos rememora lo vivido y se siente feliz. Recordar el ascenso y el título de aquel equipo que volvió a Primera, lo siente como la posibilidad de haber saldado una cuenta y no quedarse con una espina de por vida. El Rulo fue integrante de un grupo de chicos de inferiores a los que les tocó crecer de golpe en una época mala de la institución, y con solo 21 años enfrentar un descenso. “Fue durísimo para mí, era muy pibe”, dice. Y junto a él, estaban los hermanos Rubén y Diego Capria, la Brujita Verón, el Ruso Prátola y Calderón, entre otros.
Fueron 265 días los que necesitó Estudiantes solamente, para volver a Primera realizando una tremenda campaña y cumpliendo el objetivo de ascender cinco fechas antes del final de la temporada. “Me acuerdo muchas cosas de ese campeonato. Sin dudas que me quedó marcado. Para mi fue muy importante, primero por la campaña que hicimos, después lo que fue con la gente y como se volcó a apoyarnos en cada estadio después de un descenso. A mi me tocó descender, entonces el hecho de poder ascender, hacer una gran campaña y demostrar lo que demostramos fue una gran alegría. Fue un desahogo”, dice el Rulo, viviendo desde hace años en 25 de Mayo y dedicado al campo y muy lejos del fútbol. Asegura que no guardó nada de recuerdos de su época de jugador, “solo tengo cuatro cuadros con las camisetas de los equipos que jugué”, cuenta, que además de las del Pincha son las de Newell´s, Perugia de Italia y Racing.
Con la sencillez de un pibe de barrio rememora aquel título y le da la importancia que tiene. “Yo viví en el Demo, Estudiantes me dio valores que hoy aún utilizo. Me dolió muchísimo el descenso porque Estudiantes fue y es mi casa, por eso aquel ascenso tiene mucha importancia”, dice el Rulo.
- Si bien te tocó descender, al haber participado del ascenso es como haber dejado las cosas en su lugar. De otra manera te hubiese quedado una espina clavada.
- Seguro. Creo que si me hubiese ido y no hubiese podido ascender, para mi habría sido doloroso, muy feo, una espina de por vida me habría quedado. Aparte porque todo lo previo fue muy feo, los años previos al descenso fueron bastante sufridos y yo era chico. Todo eso me afectaba bastante, porque si bien ya tenía muchos partidos en Primera, era chico de edad. Y en general el grupo era bastante chico. Y la verdad que la pasaba mal, pero con la llegada de Russo y de Manera hubo un cambio de mentalidad en la gente, en los directivos y en todo el plantel, y sin dudas eso fue determinante a la hora de hacer la campaña que hicimos. Si no hubiese habido ese cambio y el Club hubiera seguido con las políticas que traía de cambiar mucho de técnico, de incertidumbre, de no tener las cosas claras, no habría pasado lo que pasó.
- En la última fecha en Primera golean a Racing de local y los hinchas los llevan en andas. Ya el clima era otro.
- Sí. Y eso fue impresionante. Lo de la gente ese partido fue increíble, se metieron a la cancha, se abrazaban, parecía que hubiésemos salido campeones y nos habíamos ido a la B. Por eso creo que influyó mucho esa energía de la gente, la mística de Estudiantes de volver a las fuentes y traer a gente tan ligada al Club y no a esos técnicos de paso que no sentían lo que era Estudiantes. Creo que en ese momento se acertó en ese punto, porque habíamos tocado fondo, y de ese fondo surgió el corazón y la mística de Estudiantes. Ese fue el envión que necesitábamos, porque teníamos un muy buen plantel, pero necesitábamos ese envión que nos dio esa gente como Russo y Manera.
- Les toca debutar ante Chacarita y empatan de local 1-1. Un partido muy complicado de entrada.
- Ni hablar. El primer partido fue durísimo. Me acuerdo que llegamos al vestuario y Miguel (Russo) nos dijo, “bienvenidos al Nacional B”. Nosotros no estábamos acostumbrados a jugar con tanto roce, y se hacía un partido friccionado, para nosotros fue algo nuevo, no entendíamos bien el juego del Nacional B. Por ahí nos había tocado duro en ese sentido, pero bueno, el equipo se fue acomodando, le fue buscando la vuelta, y yo creo que marcó mucha diferencia porque más allá de lo que te decía que generó el cuerpo técnico, había jugadores que individualmente tenían un nivel impresionante, caso la Brujita (Verón), el Mago (Capria), de Caldera (Calderón) en la segunda etapa que cuando agarró confianza la descosió, Leo Ramos que tuvo un nivel impresionante. Eso también marcó la diferencia, individualmente hicimos mucha diferencia también.
- Aparte del debut ante Chaca, ¿qué otro partido recordás complicado?
- Contra Colón allá. Ellos ese año tenían un equipazo y de hecho ascendieron también. En ese partido que ganamos en Santa Fe nos dimos cuenta que teníamos un muy buen equipo, porque sacamos adelante ese partido que para mi fue uno de los más duros. Después hubo otros, pero creo que ese partido con Colón nosotros adentro de la cancha nos dimos cuenta que jugábamos ante un gran equipo y que los pudimos superar con juego, con garra, con todo. Más allá de la agresividad, de las canchas a las que íbamos, en cuanto a juego Colón era lo más parejito que había a Estudiantes en ese torneo.
- Cuando recordás todo aquello, ¿qué imágenes tenés?
- Tengo varias imágenes de esa campaña. De lo espantoso que fue el vestuario en la cancha de Morón, jugamos a la mañana y no podíamos creer lo que era la cancha (larga una sonrisa). Tengo como flashes de los partidos, me acuerdo que nos divertíamos bastante adentro de la cancha; del grupo también me acuerdo mucho, era espectacular. Cuando ganás todo es buena onda y eso ayuda. La verdad que tengo buenos recuerdos. Había muchos chicos del Club, si bien el equipo titular casi siempre era el mismo, atrás había un montón de jugadores de las inferiores que se afianzaron en Estudiantes y luego jugaron en otros equipos. El plantel nuestro era de primera categoría.
- Pasaron 25 años de aquello, ¿has vuelto al Club?
- Sí, estuve en la inauguración del Estadio y también ahora cuando debutó Rojo en su regreso. Es impresionante el Estadio, la verdad lo que hizo Sebastián fue increíble. Hacer un Estadio así, tomar la responsabilidad, llevar a cabo todos los cambios que ha hecho en Estudiantes, la verdad que me parece fuera de lo común, un tipo fuera de serie. Lo fue como jugador y me sorprendió como Presidente.
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