Bilardo y Simeone fueron maestros de un volante que terminó de madurar en Europa. Su vuelta está cerca como pocas veces
Un repaso de su trayectoria, los entrenadores que lo formaron y testimonios propios que sirven para certificar su grado de maduración como futbolista, permiten establecer el presente de José Ernesto Sosa, jugador con el cual Estudiantes tiene previsto sorprender igual que como lo hizo en el mercado de pases anterior con Javier Alejandro Mascherano, otro volante argentino de largo recorrido internacional que regresó a la Argentina para ponerse la camiseta albirroja.
El Principito, con 35 años recién cumplidos, parece estar intacto, al punto que el miércoles resultó pieza clave del Trabzonspor, equipo que se consagró campeón de la Copa de Turquía en una final que le ganó 2-0 a Alanyaspor.
Dueño de la camiseta número 8 y también del brazalete de capitán, el santafesino original de Carcaraña fue quien manejó los hilos en la franja central, cubriendo espacios y clarificando con una pegada que empezó a trabajar en sus primeros tiempos.
Sosa apareció en el Pincha en la temporada 2002/2003, y su primer maestro fue Carlos Salvador Bilardo, verdadera garantía para desarrollar un producto con el ADN de Estudiantes. Poco después encontró a Diego Pablo Simeone, entrenador que no ha parado de crecer, en un plantel que compartió con Juan Sebastián Verón, en una campaña que finalizó con el grito de campeón del Apertura 2006 en una finalísima con Boca Juniors.
Ni planificado pudo haber sido mejor comienzo para un largo camino que luego incluyó Bayern Munich (Alemania), Napoli (Italia), Atlético Madrid (España) y Milan (Italia), para hacer referencia a las más poderosas Ligas de Europa, y una etapa final en Turquía, país en el que fue campeón con Besiktas y Trabzonspur, con experiencias que lo transformaron en un volante “todoterreno”, de esos que los entrenadores buscan para equilibrar y potenciar al equipo que sea en el país que sea.
“Si bien empecé de enganche, (Diego) Simeone me dio sacrificio jugando por los costados en un 4-4-2. Me explicaba que en Europa era difícil jugar con enganche, con un jugador libre. (Juan Sebastián) Verón me decía que en la mitad tenés que estar moviéndote y pensando dónde están tus compañeros, siempre enfocado, en posición”, contó el santafesino que aparece como jugador ideal para moverse junto a Mascherano dentro de un esquema 4-2-3-1 como el que imagina Leandro Desábato podrá desarrollar cuando los equipos puedan volver a entrenarse.
“Cuando sos joven pensás en hacer una gambeta, pero después el fútbol fue cambiando a nivel estadísticas. La evolución del juego potenció los números, entonces la gambeta y el hacer algo lindo dejó de servir si no sumás un gol o una asistencia”, agregó quien el pasado miércoles, en la final de la Copa de Turquía, se movió justamente como “doble 5”, cumpliendo la función de un volante mixto que además de compensar las líneas hizo una buena utilización de cada jugada de pelota parada.
“Era un gambeteador, que iba para adelante, pero después te das cuenta que el fútbol es también tener un poquito de calma, pausar, tenerla, acomodar al equipo, tratar de que los otros se muevan para encontrar desequilibrio. El fútbol al principio es un juego y después un juego a descifrar para poder ganar”, completó su idea quien describe con exactitud su proceso como futbolista desde que los hinchas de Estudiantes lo descubrieron bajo la conducción de
Bilardo y este que podría regresar para mostrar su transformación al fútbol que se juega en la actualidad.
“Un muy feliz cumpleaños a una persona importante y clave en mi carrera. Feliz Cumple Cholo!!!”, escribió José Sosa el pasado 28 de abril en su cuenta oficial de Twitter, y se refería a Diego Simeone, aquel entrenador que lo potenció en Estudiantes y con quien se reencontró en la temporada 2013/2014, tambien en los mejores términos, porque fueron campeones, en Atlético Madrid.
“Para mí, él sin duda fue uno de los que me preparó para la fase mía en Europa. Llegó justo en Estudiantes, donde yo tenía la edad exacta como para dar el salto a Europa. Me lo hacía saber en todos los entrenamientos. Me hablaba que yo tenía que estar pensando en jugar como debía jugar en Europa el día que viniera. Creo que fue muy importante para ese salto de calidad que me faltaba”, reconoció cada vez que pudo.
“Es un técnico que le da mucho al jugador y hoy en día quizá un poco la diferencia es como todo. Uno cuando trabaja, a medida que pasa el tiempo, va mejorando, perfeccionando y creo que él es un gran ejemplo de superación. Va demostrando día tras día, partido tras partido como él dice, esa excelencia que él busca y no se conforma con nada”, completó su descripción de quien lo formó para que el salto a las grandes Ligas no fuera al vacío.
José Sosa conoció todos los secretos de un volante, y los aplicó en cada uno de los equipos que formó parte, pero más allá de los movimientos, que llegan a ser comparados con el mendocino Enzo Nicolás Pérez, otro mediocampista formado por el Cholo, que tras su experiencia en Benfica, de Portugal, y Valencia, de España, volvió a Argentina para equilibrar nada menos que al River campeón de América, también marca diferencia con su pegada.
También reconoce el santafesino toda vez que se lo permiten, como fue que progresó en ese ítem. “Si me preguntan de quién aprendí, yo respondo que tuve la suerte de tener grandes compañeros que le pegaban muy bien a la pelota, pero sin duda el mejor y el ejemplo que he tomado a lo largo de mi carrera fue Sebastián”, en referencia a Juan Sebastián Verón, el actual presidente del club.
La Brujita es quien lleva las riendas en la negociación que parece tener desenlace inminente, aunque no es con el único que se comunicó en los últimos tiempos. “Hablo siempre con gente de Estudiantes... Tengo contacto con Desábato, con quien hice una hermosa relación, con el Chapu (Rodrigo Braña), con el Chino (Leandro) Benítez”, confesó el flamante campeón de Turquía que tiene en sus manos el borrador de un contrato por tres temporadas, con finalización en diciembre de 2023, con cifras que aunque alejadas del ámbito europeo convertirían a El Principito en uno de los mejor pagos del actual plantel albirrojo.
Las cartas están sobre la mesa, todas, porque hasta se le transmitió a Sosa, vía su representación, el proyecto futbolístico que se tratará de cumplir tras la interrupción por la pandemia del coronavirus, y que en principio lo tendría conformando una primera línea de volantes con Javier Mascherano, que sería de lujo para el fútbol argentino, en tiempos de crisis como los que se esperan para cuando la pelota vuelva a rodar en el marco de la llamada nueva normalidad.
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